¿Cuál es tu trayectoria académica y profesional?
Si te digo que casi seguro que me vas a querer a tu lado en un apocalipsis zombie quizá
no exagere…
Obtuve la diplomatura en la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, especialidad en Arqueología. Unos cuantos años dediqué a ello, pero
como soy un culo inquieto también me he formado en danza, diferentes tipos de entrenamiento físico (pilates, crossforce, ciclo indoor…) y estudié dos años de Ilustración digital en ESDIP. También tatúo y tengo habilidad haciendo maquillajes y caracterizaciones cuando se presenta la ocasión, en eso he sido prácticamente autodidacta. Con Despertalia, el deporte, la ilustración y el tatuaje puedo decir que soy una de esas afortunadas que disfrutan en su trabajo, bueno, en todos ellos, vaya.
¿Cuál es tu cometido específico dentro del equipo?
Sobre todo penejoteo y pastoreo a las víctim… quiero decir, guío a los jugadores cuando es menester interpretando personajes para que a la acción no le falte de nada.
También hago montaje y producción si es necesario, arte y diseño de elementos de juego en algunas ocasiones y he ayudado en caracterización y maquillaje junto a pedazo de profesionales. ¡Oh! ¡Y el charlestón! Casi me olvido de las locas clases de baile de Marylou en la fiesta “Memento Mori”, de eso también soy culpable, señoría.
¿Cuáles fueron tus comienzos en Despertalia?
Ostrás… ¿Fue un Kiss Kiss Kill Kill? ¿Aún existían las pesetas? Bueno, igual ahí me he pasado pero podría ser, ya hace bastante que me lio Miguel para unirme a Despertalia como secuaz. Antes de eso la primerísima vez que jugué con ellos fue llevando el personaje de un señor japonés de mediana edad, fue de rebote porque un jugador se les cayó de la partida…
¿Cuáles son tus hobbies?
Me gusta el cine, especialmente el fantástico y de terror, el metal, el techno, irme de festivales, conciertos, el rol de mesa, el rol en vivo, viajar por cualquier motivo aunque no haga falta, dibujar, disfrazarme aunque tampoco haga falta, leer, cantar en karaokes… Se me puede llevar a cualquier lado y casi seguro que encima me apetece.
¿Cómo fue tu primera vez con los juegos de rol?
Vampiro: la Mascarada. Un grupillo de amigos que me hice se juntaba para jugar y me uní. Llevaba tiempo queriendo que mi hermano me llevase a jugar con los suyos pero, como buen hermano mayor, se avergonzaba de mí por aquel entonces… ¿también? Nota: esto sí era en pesetas. Creo que me hice una nosferatu.
¿Qué es lo que más te gusta de Despertalia?
¡Que no para! Aunque ya hay experiencias de juego que se han convertido en clásicos, está en constante proceso creativo incluso mutando esos “clásicos” para que sean algo nuevo cada vez.
¿Qué crees que diferencia a nuestra empresa del resto?
Creo que es más envolvente que otras actividades lúdicas que hay en el mercado. Además, la gente acaba involucrándose en la historia sin que sea necesario tener experiencia en el rol, el teatro o nada similar.
Dime un superpoder que podría ayudarte en tu trabajo en Despertalia.
¡Inmortalidad, por favor! Quiero mucho y mucho rato, aunque acabásemos montando saraos para simios con inteligencia, cucarachas mutantes del espacio exterior o incluso millenials.
Tu mejor momento en Despertalia fue…
Recuerdo un ‘Ecos’ particularmente intenso. La localización era un geriátrico abandonado, sólo la experiencia de estar allí después de caer la noche fue alucinante. Imagina si te toca a ti ser quien inspire terror, oculta en la penumbra, cuando por dentro se te hiela la sangre con cualquier ruido inesperado. Fue muy bonito.
Tu experiencia más extraña con Despertalia fue…
Una vez chupé un huevo cocido del suelo. Oh, ese día también presencié cómo a un chaval se le despertaba el gusto por lo de los cachetes… os juro que todo eso fue jugando y no luego en el after.
¿Con qué personaje de película compararías a nuestra empresa?
Despertalia podría ser el Dr. Frank-N-Furter, que te muestra su creación para acabar haciéndote partícipe ni más ni menos de lo que siempre habías deseado. Don’t dream it, be it.
¿Cuál es tu juego favorito de nuestro catálogo?
Es difícil elegir, pero diré ‘Kiss Kiss Kill Kill’: podría ser uno de los más impredecibles.
Los personajes mutan notablemente dependiendo de quién los juegue y eso es fascinante. He estado en ese tugurio tantas veces que parecen el doble de las que puedo contar —guiño, guiño— y no ha habido dos partidas ni medio parecidas.
¿Qué proyectos te gustaría desarrollar para Despertalia en el futuro?
Sería muy raro que me propusieran algo que en lo que no quisiera participar… que sea recíproco, ¡porfi, porfi, porfi!