Podrías tener ludorexia si…
Quizás y tan solo quizás ha llegado el momento de hacértelo mirar, y con esto no queremos señalar a nadie…
Quizás y tan solo quizás ha llegado el momento de hacértelo mirar, y con esto no queremos señalar a nadie…
¿Cómo? ¿Que sabes todo lo que hay que saber sobre juegos de mesa? ¿Que no hay nadie que te sople? Entonces este artículo es para ti.
Si empezaste a respirar con el rol, a andar con los pies de otros, a ver otros mundos, a imaginar y ser imaginado, a amar y odiar con pasión, a vivir mil vidas sin salir del salón, entonces sí, el rol cambió tu vida.
Te has metido tanto que ya no puedes dejar de hacerlo. Llámalo síndrome de abstinencia, mono o Pavofrío: estás enganchado pero eso no es necesariamente malo. El rol todavía es capaz de poner gran parte de tus emociones más profundas a flor de piel. ¡Aquello que no nos mata, nos hace más extraños!
Llevas más tiempo de vida jugando que sin jugar o, sencillamente, ya sabes a qué hobby querrías dedicar el resto de tus días. El rol está en tu ADN y aceptas con una sonrisa que le hayas entregado tu alma.
Las cosas, los miles de detalles que nos hicieron, nos hacen y nos harán un poco más absurdos, locos y apasionados por el rol.
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