¡Extra, extra! Fallece William Gifford, uno de los empresarios más acaudalados en nuestra Massachusetts de 1926. La lectura del testamento por el notario Tillinghast tendrá lugar en el propio jardín de la familia Gifford en la calle Washington 542 Oeste de Arkham. En este vergel de frutales, árboles ornamentales y junto al invernadero de especies exóticas de Asia se han reunido su viuda la señora Eris Gifford y la rebelde hijastra de esta última, Ruby Gifford. A la lectura del testamento han acudido los más importantes anticuarios, tasadores y joyeros de la Costa Este a la espera de que se abra el sobre que contiene las instrucciones para el reparto de la herencia, que incluye objetos curiosos y reliquias de una extraordinaria rareza. La excéntrica trayectoria de William Gifford da a entender que el reparto será muy entretenido y lleno de condiciones dificultosas que obligarán a los expertos a tomar decisiones muy complejas basadas en su conocimiento profesional… y su mano izquierda con las clientas Gifford.

 

La dinámica: los participantes se repartirán en diversas zonas de juego señalizadas que representarán los despachos donde tendrán que deliberar, coordinados por el psicólogo, que también hará las veces de notario en las escenas dramatizadas. El notario y las dos Gifford tendrán una zona separada donde podrán deliberar y hacer comunicados a los abogados, tasadores y otros expertos (los participantes). El coordinador general hará, entre otros, el papel del notario que irá proponiendo pruebas a los participantes que les obligarán a trabajar en equipo, ya que estos tienen sus propios objetivos individuales que entrarán en conflicto con los objetivos grupales y generales. Al mismo tiempo deben aprender a gestionar la mejor forma de afrontar los inevitables fracasos que tendrán lugar. Los expertos deberán gestionar recursos tales como el tiempo y la relación con Eris y Ruby Gifford, dos personas con tan mal carácter como el propio notario. ¿A quién le daremos la razón? ¿Cómo comunicarle la decisión del reparto? ¿Qué joya es más valiosa? ¿Cómo explicarles a los otros equipos que deben colaborar todos para poder obtener un acuerdo? ¿Alguien más ha visto un extraño tipo en el jardín con ganas de complicar el reparto aún más?

Todas las pruebas tienen un límite de tiempo de 10’ a 20’, dependiendo de la fluidez de los equipos. Cada una de las pruebas conlleva una valoración por parte del actor encargado o del coordinador y comportará la ganancia o pérdida de los recursos en posesión del capitán del equipo. Estos recursos son: nivel de confianza de cada una de las Gifford, nivel de diplomacia y otros factores que sirven como objetivación de las mecánicas de gamificación y refuerzos que usaremos en las dinámicas. Asimismo, determinarán, junto con otros factores concretos, la puntuación final de cada equipo. Los participantes recibirán tarjetas de visita profesionales estilo años 20 donde se detallará el nombre del personaje asignado, su despacho, sus objetivos personales y su relación especial con alguna de las dos facciones. Estos detalles biográficos se revelarán muy importantes en determinadas partes de la dinámica y serán aspectos que todos tendrán que tener en cuenta durante todo el desarrollo del juego. En otras palabras: si en determinado momento no estás resolviendo una prueba del testamento de William Gifford, deberías estar trabajando para lograr tus objetivos personales. La victoria es individual y grupal al mismo tiempo.

La nueva colección de la viuda Gifford es una reflexión (¡valiosa como el oro!) sobre la manera en que nuestras metas personales se oponen a los intereses del grupo del que formamos parte.

La nueva colección de la viuda Gifford es un vibrante team building inspirado en las electrizantes tramas de nuestro gran éxito ‘Esto no es un Cluedo’ y sus ya innumerables pases. Incluye un coordinador general y actor en el papel del notario Tillinghast y un misterioso visitante, dos actrices y cantantes caracterizadas en los papeles de Eris y Ruby Gifford, distintivos para los participantes y las zonas de juego, tarjetas de visita, documentos con pistas, atrezo relacionado con las pruebas y desplazamiento del equipo por 79€+IVA/participante para un mínimo de 20 participantes. La sesión de unos 120 minutos puede complementarse con un coaching final de 30 minutos adicionales sobre el rendimiento en equipo a cargo del mismo psicólogo que habrá estado monitorizando las acciones de los participantes durante el desarrollo del juego y que, basándose en lo observado durante la dinámica, hará hincapié en cómo mejorar el rendimiento en las distintas competencias que se consideran esenciales para alcanzar la excelencia profesional en los campos previamente definidos con los clientes.

Extras: un número musical de bienvenida y una clase de charlestón histórico incluidos en el precio.